Columna radiófonica emitida el 22 de enero de 2014 en el programa “Pa’ que veas” de Radio Monóvar (sección ‘En el punto de mira’ ).
Es fácil encontrar similitudes entre España y otros países europeos de nuestro entorno. Sin embargo, si alguien nos preguntase si tenemos algo en común con Letonia, lo más probable es que no supiéramos qué contestar. Y, sin embargo, aunque no sepamos ni situar el país en el mapa, tenemos algo en común con los letones: compartimos con ellos el dudoso privilegio de ser los países de Europa donde la brecha entre ricos y pobres es mayor.
En nuestro país, las 20 personas más ricas ingresan la misma cantidad de dinero al año que cerca de un millón de españoles. Así lo indica el informe presentado esta semana por Intermón Oxfam. La organización asegura que, en España, la crisis económica y los recortes han castigado de manera especial a la clase media y a las personas más desfavorecidas.
La brecha entre ricos y pobres no deja de crecer. Menos de un centenar de personas concentran la mayor parte de la riqueza mundial. Los mandatarios y políticos mundiales están preocupados por la situación. La disparidad entre ricos y pobres “es uno de los mayores riesgos para la economía global” han manifestado en el Foro de DAVOS.
85 personas en el mundo concentrar gran parte de los ingresos del planeta. Si tenemos en cuenta que el dinero es poder, es fácil imaginar porqué los políticos y mandatarios mundiales están molestos: ellos, que bien sin estrecheces, ven amenazada su capacidad de maniobra, de hacer y deshacer a su antojo, auspiciados por la legitimidad que los ciudadanos les otorgamos. A ellos lo que les preocupa es el tema menos humano, el tema puramente económica, el de las estadísticas y los números, el del dinero, la influencia y el poder. Es lamentable que hasta que no ven que su posición y estatus en peligro, los políticos no presten la atención que se merecen a los problemas de la sociedad.